viernes, 7 de noviembre de 2008

Camino de ripio

Intensas sombras recorren un camino de ripio que se cruza a una luz que ilumina su cuerpo. El viento sopla rozagante en su pelo de largo esplendor, saben sus ojos el recorrido de su corazón que llora a momentos por el desvio que resiste a su paso.
Se pregunta un pensamiento de cuanto aguantar, pués no encuentra razón para sentir lo que siente...
Y se detiene, mira su rostro en aguas cristalinas enamorándose de su risa, aquella ingenua tentación de no entender tantos retazos de cordura, flores dulces que ha recogido de niñéz, trozos de cielo que cree poder unir con hilos de oro que brillen con sensatez.
Y no tiene miedo de no saber que hay detrás de esa montaña, no se cansa de saber a alturas de intensas categorías, sólo se resiente cuando los instantes cultivados se entristecen por su partida, que con previo aviso se insiste en dar a conocer el despertar de un sueño respirable para entretantos ires y venires.


Y continua ese camino constante y perseverante, guerrera valiente, enternecida ante la vida. Se sabe que llegará a su destino, pués no deja que las aguas turbias la inunden de un universo sin sentido. Así, escapa por los cielos, encontrando un mundo infinito en su brillante luz interior...

No hay comentarios: